Primeras líneas de la peticiones generales, presentadas por el conjunto de procuradores de las ciudades y villas de los reinos de Castilla, Toledo, León, Galicia, Sevilla, Córdoba, Jaén, Murcia, el Algarve y Algeciras, conforme a la titulación del Rey, o Castilla, Toledo, León, las Extremaduras, Andalucía y Murcia, como se indica en el escrito:
«Los rreys e los príncipes biuen e rregnan por la justicia, en la qual son tenudos de mantener e gouernar los sus pueblos; e la deuen cunplir e guardar señaladamiente entre todas las otras cosas que les Dios encomendó, por el estado e lugar que dél han en la tierra«
En otras palabras, los monarcas tenían la misión divina de hacer que en sus reinos hubiese justicia, y esa debía ser su preocupación principal. Era lo que el reino pedía y lo que esperaba de ellos.